Taller de Literatura 2009
Relato 6 de Guillermo Balbontin
Dos escenas que se complementan, narrador externo deficiente
“KLAATU BARADA NIKTO”
La oleada de robos, atracos, violaciones, asesinatos, peleas callejeras y demás alteraciones del orden público a escala mundial acaecidas en los últimos años, aguzaron la imaginación de unos ingenieros japoneses en el campo de la electrónica mas avanzada, quienes consiguieron crear un modelo de robot casi humano cuya finalidad consistía en labores de vigilancia de hogares,empresas o hacendas,defensa de personas y, en su caso, repeler toda clase de ataques a la propiedad privada, incluso con métodos bastante contundentes.
Un tanto acosado por su mujer, Helen, un honrado ciudadano de San Francisco,California llamado Mitch, se deslizó una mañana primaveral en THE BIG CHANCE el gran hipermarket de la ciudad, en donde fue rápidamente atendido por un pulcro vendedor que tenía el pelo engominado y usaba pajarita de lunares.
-¿En qué puedo servirle, caballero?- preguntó anhelante el vendedor.
-Me gustaría ver uno de esos robots anti-robo de última generación –explicó Mitch- lo necesito como guardián de mi casa, vivo un tanto aislado ¿sabe usted?
-Naturalmente, señor; precisamente acabamos de recibir una remesa de varios modelos; acompáñeme por favor.
-Ya no se puede vivir con tranquilidad. Ayer mismo han robado en casa de mi cuñado; se han llevado el televisor, el DVD, la plata, un abrigo de pieles, dinero…vamos, todo lo que han encontrado y ahora a ver quien es el guapo que pilla a esos bastardos.
-Tiene usted toda la razón; vivimos en una época en que toda precaución es poca. Mire, aquí los tenemos, robots recién importados con multitud de prestaciones – el vendedor mostraba una sonrisa de felicidad total.
-Son bastante impresionantes- dijo Mitch.
-Estos de aquí son americanos, fabricados en Filadelfia y que alcanzaron el millón de unidades vendidas en 1999 con un índice de averías de cero sobre cero, es decir, que no se averían.Funcionan a base de pilas de carbono oxigenado lo que los hace absolutamente silenciosos y con una autonomía de 12 horas.
-Se parecen a Silvester Stallone…-observó Mitch.
Es usted muy perspicaz, señor. Efectivamente, el señor Stallone dio su permiso,cobrando naturalmente, para que los robots llevaran sus rasgos, eso les hace ser mas atractivos. Casi no parecen máquinas, ¿verdad?
-No mucho- asintió Mitch con un escalofrío- bueno ¿Y cómo funciona un trasto de éstos?
-Muy sencillo. Usted lo programa un ratito antes de acostarse, ¿ve este teclado aquí entre los riñones? Pues ahí escribe usted la password, es decir la palabra clave, después la pronuncia en voz alta, eso quiere decir que el robot reconoce la palabra por el sonido y permanecerá inmóvil, pero si alguien se acerca en un radio de 25 metros y no pronuncia la password, el robot entra en acción.
-¿Y…?
-Este modelo se limita a propinar una paliza al intruso y después le deja marchar.Es un modelo puramente disuasivo, pero muy efectivo.
-Bien, pero ¿en qué consiste esa paliza?
-¡oh! Es variable; depende del peso del intruso y de cómo huela. Este robot es tremendamente sensible al olfato. Se ha comprobado que es particularmente agresivo con los tipos que huelan a hachis o a otras drogas; tampoco soportan el olor a pescado, pero lo normal es que el robot se limite a propinar una serie de bofetadas al visitante y un par de directos al estómago. En el peor de los casos puede llegar a pisotearle. Si la víctima grita, entonces es peor, el robot se enfurece y puede llegar a morderle.
Mitch. Trató de dominar un cierto temblor y dijo:
-No está mal. De todas formas, enséñeme otros modelos.
-Desde luego, señor- sonrió el vendedor obsequioso- mire, este que ve usted aquí es de fabricación japonesa y por lo tanto mas…sutil, diría yo .Están claramente inspirados en Gort, el autómata de aquella vieja película “Ultimátum a la Tierra” ¿la recuerda?
-mmmm…si,creo que era aquella en que la chica pronuncia una frase que le salva la vida, ¿no?
-Exacto-al vendedor le brillaban los ojos pues era muy aficionado al cine- la frase en cuestión era “Klaatu Barada Nicto” y la chica la dice justo antes de que Gort la desintegre.
-Lo recuerdo, si, pero ¿este robot como se comporta?
-.Pues una vez ha atrapado al intruso le arranca las orejas y si grita, le corta las cuerdas vocales.
-¡Por la Virgen Santísima!-exclamó Mitch conmovido.-¡Que barbaridad!
-Si, es un tanto brutal, pero ya sabe como son los nipones, no se andan con chuiquitas.
-Ya,ya lo veo. ¿Y aquel de allí? Se parece a Hitler.
-Es Hitler. Alemán.Perfecto.Se alimentan directamente de la corriente eléctrica a través de hilos invisibles.Todo un hallazgo. No hacen ruido y se pueden plegar para guardarlos en el armario; duros como el acero, su efectividad está comprobada hasta el último detalle. El ministro de defensa alemán tiene uno en su dormitorio y se dice que la señora Merkel tiene otro.
-¿En qué se diferencian de los demás?
-Pues este modelo atonta al intruso despidiendo un gas que huele a jazmines; después le inutiliza el cerebro a base de láser, vamos, deja al ladrón convertido en una zanahoria.
-Me parece excesivo- Mitch notó que un hilillo de sudor corría por su cuello.
-Bueno, ya sabe usted que en la Convención de Chicago de 1990 se votó una ley para acabar de una vez por todas con la delincuencia. Las cárceles no dan abasto.
-Lo sé, pero me parece una barbaridad. Dígame ¿qué sucede si uno se levanta a medianoche a hacer pipí y se encuentra con uno de estos artefactos?
-No distinguen.Le atacarían a usted sin dudarlo a no ser que pronuncie usted la password.
-¿Y si uno no la recuerda en ese momento?
- Tiene que recordarla, si no…!zas!- el vendedor hizo ademán de deguello. Mitch experimentó un violento sobresalto.
-Me parece muy peligroso todo esto.Tengo un crío de seis años.
-Está previsto. El fabricante recomienda amarrar a niños, ancianos, subnormales y sonámbulos. Para visitas intempestivas que tengan llaves de la casa y aparezcan sin avisar se recomienda suscribir el UNEXPECTED NIGHT VISITS ASSURANCE es decir el seguro internacional para visitas inesperadas con lo cual si la visita es atacada y sufre lesiones o incluso fallece, el tomador del seguro queda libre de toda responsabilidad. Créame, no hay ningún problema.
-Comprendo…y dígame ¿pueden perder el control estos aparatos?
-Estos modelos, no. Sin embargo, aquellos de color verde que llevan gorra militar, gafas oscuras y mostacho construidos en Sudamérica han resultado ineficaces.
-¿por?
-Estos robots cuando atrapan a su victima le disparan un tiro entre las cejas, pero se ha comprobado que el ruido del disparo afecta a alguno de sus circuitos con lo que continúan disparando hasta vaciar el cargador que tiene capacidad para 48 balas. Hace poco la mansión de un narcotraficante colombiano quedó hecha añicos. El robot escapó y aún no lo han encontrado. Vamos a devolver las existencias que nos quedan: no queremos líos.
-Bueno, quizá sea esta la solución para dormir tranquilo.Me quedo con uno de los americanos…por patriotismo ¿sabe?
-Muy bien señor.¿Lo pagara en efectivo o con tarjeta?
-con tarjeta,claro.
-Muy bien, señor, daré orden para que se lo envuelvan y lo tendrá usted en casa esta tarde sobre las seis.
-Gracias. Muy buenos dias.
-Buens dias, caballero.
SEGUNDA PARTE
Harry y Elizabet Champion formaban un matrimonio de mediana edad a quien todos envidiaban. Ambos se criaron en la alta sociedad de Filadelfia y eran educados, cultos,ricos y bien parecidos. Poseían un hermoso chalet de dos plantas rodeado de un suntuoso jardín y que incluía un invernadero dedicado al cultivo de plantas exóticas, hobby y entretenimiento de Elizabet Champion que no tenía nada mejor que hacer. Harry se dedicaba a las inversiones inmobiliarias con oficinas a lo largo de toda la costa este de los Estados Unidos. Su afición, cazar tiburones, osadía ésta por la que había tenido que pagar el alto precio de perder la pierna izquierda, desde la rodilla para abajo. Se lo tomó como solo un millonario norteamericano se toma este tipo de cosas: se colocó una prótesis carísima y se presentó a un concurso de Charlestón en su ciudad natal quedando el segundo.
En aquella tormentosa noche de mayo ambos se encontraban en el interior de su lujoso Porsche MS Olimpic, detenidos ante una bifurcación cuyo poste indicador había desaparecido a causa de la tormenta.
-Harry, estoy segura que es por el camino de la derecha- decía Elizabet con voz cansada.-Recuerdo aquel grupo de árboles la última vez que vinimos.
-De eso hace mas de un año; no te puedes acordar- contestó Harry- yo creo que hay que girar a la izquierda.
-Intenta llamar otra vez.
-No tenemos cobertura en mitad de este jodido bosque. Anda, arranca y ya veremos.
-¡maldita sea! Son las tres de la madrugada y estamos aquí perdidos como dos imbéciles- espetó Harry cada vez de peor humor.
-En lugar de quejarte echa a andar,maldita sea, no vamos a pasar aquí toda la noche.Estoy empezando a tener frio.
Harry hizo un gesto de contrariedad y giró la llave de contacto. El conche runruneó y tras un par de espasmos se puso en movimiento. El Porsche rodaba sobre un camino de tierra enfangado lo que dificultaba el movimiento. Harry rezongaba sin parar y Elizabet intentó calmarle llevando la conversación por otros derroteros.
-No se si te has enterado que Hillary Hutton se ha liado con un estudiante de 20 años.
-Algo había oído, si.
-Hay que estar loca.
-Hay que ser puta.
-Se sentía muy sola desde que Philippe murió.
Un estampido horroroso seguido de un fogonazo casi apocalíptico iluminó el entorno. Elizabet dio un grito,saltando del asiento.
-¡Dios mio!-chilló- parece el fin del mundo.
-¡Maldita sea una y mil veces! ¡Tenia que tocarme a mi!- rugió Harry casi fuera de si. Tanto él como Elizabet habían alcanzado el cenit del hartazgo. Llevaban mas de tres horas de viaje y la mayor parte del tiempo bajo la tormenta. No había un solo signo de vida en aquellos parajes. Harry dijo:
-Creo que estamos irremisiblemente perdidos.
-¿Qué hora es?
-Las cuatro.
-¿Y si esperamos que amanezca? Podemos intentar dormir.
-Mitch estara preocupado.
-Se imaginara lo que esta pasando.
-Podia llamarnos ¿no?
-No tenemos cobertura.
-¡Puta mierda!
-Creo que debes parar,Harry. Estoy a punto de ponerme a gritar.
-Lo que faltaba, que pierdas los nervios.
-Dame un cigarrillo.
-Tienes un paquete en la guantera.
Elizabet cogió la cajetilla con mano temblorosa y sacó un cigarrillo.Aspiró el humo con delectación echando la cabeza hacia atrás.Cerró los ojos. Elizabet tenia unas manos preciosas de dedos muy largos terminados en afiladas uñas esmeradamente pintadas de rojo escarlata. Fumó en silencio hasta aplastar la colilla en el cenicero. En ese lapsus de tiempo habian retumbado una docena de truenos pero finalmente, en la distancia, Harry creyó ver luces.
-¡Mira! –exclamó.
-¡Oh, gracias a Dios! ¿será la casa de los Larsen?
-Espero que si, y si no lo es, te aseguro que nos vamos a quedar alli.No soporto mas esta situación.
-Bien, acelera.Estoy deseando ver gente. En este bosque me daba la impresión de que detrás de cada árbol hay una bruja o algo peor.
Unos diez minutos mas tarde, el coche llegó a un descampado convertido en laguna al otro lado del cual, se divisaba una mansión rodeada por una reja. Tenia todas las luces apagadas a excepción de un par de farolas que iluminaban un pórtico sostenido por elegantes columnas de madera tallada. Se veían también grandes macetones con adelfas, rosas y orquídeas, unas cuantas mecedoras y un columpio. Harry acercó el Porsche hacia la entrada y traspasó la verja que se encontraba abierta.
-Parece que no nos esperan-murmuró Elizabet.
-No te preocupes,les explicaremos lo sucedido.
Bajaron del coche. La tormenta se alejaba pero aún sonaban algunos truenos y de vez en cuando el cielo se iluminaba con el relámpago. En uno de estos fogonazos algo hizo gritar a Elizabet.
-¡Que es eso? –exclamó alarmada.
-¿El que? ¿Qué has visto?
-Ahí, entre esos árboles- Elizabet señalaba una arboleda terriblemente oscura.
-No veo nada…
Elizabet aporreaba la puerta.
-No armes tanto ruido- pidió Harry.
-Estoy asustada,Harry. Ahí hay algo que nos observa. ¡Lo he visto!
-La arboleda se movió como el bosque de Macbeth en dirección a la pareja. Ella y el pegaron un grito al unísono. De detrás de los árboles había surgido un enorme robot de mas de dos metros de altura que los miraba con los ojillo inyectados en sangre. Estaba claramente inspirado en un boxeador sonado de torvo rostro acartonado, nariz torcida y dentadura imposible y su torso, sus manazas y sus piernas brillaban bajo la reciente lluvia con fulgor plateado. La visión provoco que Elizabet no pudiera contener sus esfínteres y que Harry pensara en una fracción de segundo que eso no podía estar sucediéndole a el, a Harry Champion III.
-¡Elizabeth corre, métete en el coche!- gritó Harry nerviosismo., pero Elizabet miraba al robot como hipnotizada. Harry se abalanzó hacia ella y la cogió de la cintura. Mientras tanto el robot se habia interpuesto ente ellos y el coche y se acercaba pesadamente a los escalones del pórtico. Harry, empujando a su mujer sin contemplaciones trató de escabullirse por un lateral pero el robot se giró a toda velocidad cortándole una vez mas el paso. Elizabet reaccionó y empezó a pegar gritos, afición ésta aprendida desde que fuera una adolescente de quince años y animara vestida de faldita corta y pompon al equipo de baloncesto del instituto. Corrían como gamos a los que persigue un tigre pero el robot recorría tres metros de una zancada así que estaba siempre encima de ellos.
-¡Elizabet! –clamó Harry desesperado- ¿no te dijo Mitch la maldita palabra que hay que pronunciar para que eso se detenga?
-Me dijo que el estaría aquí, que no hacía falta.
-¡Maldición!
Harry buscaba presa del pánico algún rincón donde meterse, pero en aquel jardín no había mas que macetas, árboles y una fuente en la que una diosa desnuda vertía agua desde un cántaro que llevaba a la cintura. El matrimonio se encontraba acurrucado en un rincón, cerca de la puerta de la verja pero el robot tapaba la salida. El autómata plateado y feroz se detuvo ante la pareja como esperando algo.En su frente una lucecita roja parpadeaba.Harry pensó que cuando aquella lucecita se apagara algo terrible pasaría. Elizabet solo oía los desesperados latidos de su corazón; las fuerzas casi la habían abandonado.
-Cariño-dijo Harry en voz baja- ¿se te ocurre algo que Mitch dijera con frecuencia?
-Dice palabrotas,pero no muchas. Le he oído decir varias veces “Que te follen”
-¡Que te follen!-repitió Harry mirando la lucecita roja. Pero no resultó.El robot dio una bofetada a Harry. Elizabet chilló. El robot entonces abofeteó a Elizabet sin miramientos.La mujer se echó a llorar segura de que estaba viviendo los últimos segundos de su vida. Entonces Harry creyó percibir en su interior el viejo espiritu de los Champions y dijo:
-Cariño, voy a salir corriendo en dirección a la casa, cuando esa cosa este lejos te metes en el coche y te largas y buscas ayuda ¿lo has entendido?
-¡Yo no te abandono!
-¡Haz lo que te digo! –espetó Harry echando a correr. El robot tuvo un momento de desconcierto pero reaccionó en dos segundos. Agarro a Elizabet por el cuello y con ella en volandas corrió tras Harry al que atrapó justo a la entrada de la casa..La lucecita roja se apagó.
-Harry Champion III y su mujer, Elizabt tuvieron un bonito entierro.
Algunas semanas después unos niños encontraron una arrugada cartulina con algo escrito pero muy borroso pues le había caído mucha agua.
-¿Qué pone?-pregunto Jimmy “carita de oso” a su amiga Linda y esta leyó no sin grandes dificultades:
“SALIMOS URGENTEMENTE PARA VERMONT: MI SUEGRA HA INTENTADO SUICIDARSE. OS HEMOS LLAMADO CIEN VECES PERO HA SIDO IMPOSIBLE CONTACTAR CON VOSOTROS. LA PASSWORD PARA QUE “ROCKY” NO SE MUEVA ES “KLAATU BARADA NICTO” LAS LLAVES ESTAN EN LA MACETA DE LAS ROSAS AMARILLAS.SENTIOS COMO EN VUESTRA CASA:BESOS MITCH Y HELEN.”
26/5/09
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